miércoles, 21 de septiembre de 2016

Aokigahara, el bosque del suicidio de Japón


En 2014 más de 25.000 personas se suicidaron en Japón. Un promedio de 70 al día.
Decenas de ellas se quitaron la vida en el bosque Aokigahara, en la base noroccidental del emblemático Monte Fuji.
Situado en la provincia de Yamanashi, 100 kilómetros al oeste de Tokio, está repleto de cavernas rocosas y heladas.
El viento queda bloqueado por los espesos árboles y la vida silvestre es casi inexistente, lo que lo hace excepcionalmente silencioso.
En Aokigahara se suicidan cada año entre 50 y 100 personas.
"Pensemos una vez más en la vida que te fue dada, tus padres, tus hermanos y hermanas, y los niños. No sufras solo, antes, contacta a alguien", dice un aviso en una de las entradas del bosque, que incluye un número telefónico para pedir ayuda.
Es uno de los múltiples esfuerzos de las autoridades para revertir la situación.
También han distribuido materiales en
taxis, hoteles y otros lugares turísticos, y han creado una red de comunicación con los habitantes locales para que observen de manera voluntaria a los visitantes y den aviso sobre cualquier comportamiento extraño.
Según se dice, personas de todo Japón seleccionan Aokigahara para morir en parte inspirados en el cuento Kuroi Jukai ("El negro mar de árboles") de Seicho Matsumoto, publicado en 1960, que finaliza con una pareja de enamorados quitándose la vida allí.

Otros creen que la tradición de usar el bosque viene de la práctica Ubasutedel siglo XIX, en la que gente de edad avanzada era abandonada en los bosques para que murieran allí, como una forma de eutanasia, frecuente en épocas de sequía y hambruna.

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